17 de agosto de 2011

Aneurisma

Por Emilio
@amargolicor

Escena 1
Ciudad de México. Una habitación cualquiera, en una casa cualquiera, en cualquier momento de una larga y devastadora noche.

Edna: Nunca me había metido tanta coca.

Hombre: ¡Es que no mames!, sí fue un chingo la neta, no sé cómo andas tan campante.

Edna: (Ríe irónicamente) Cálmate papá, o sea sí puedo meterme pero que sea leve, ¿no?

Hombre: A mí francamente me viene valiendo madre lo que hagas pinche vieja. A ver, concentrada en lo que estás haciendo.

Tienen sexo durante horas, incontables los minutos, indescriptibles las acciones. Sensaciones alteradas pero indiscutiblemente placenteras todas ellas. Las culpas se quedaron muy atrás, incluso antes de la cocaína, eran tan débiles que el mismo alcohol pudo con ellas.  


Escena 2
Una cocina cualquiera. Sentados frente a frente en un par de sillas separadas por una pequeña mesa.

Edna: (Exageradamente apática) Estoy embarazada.

Leo: (Ríe nervioso) ¿Te cae?

Edna: Sí güey, no voy a estar jugando con eso.

Leo: Chale, ¿y de quién?

Edna: No sé.

Leo: Chingón.

Edna: Bueno güey qué quieres, no tengo idea de lo que ha pasado en mi vida durante el último mes. Se llama depresión.

Leo: Se llama coca más bien.

Edna: (Sonríe irónicamente y con la mirada perdida replica) Más bien.

Leo: Y qué pedo, qué piensas hacer.

Edna: Pues tenerlo, ni pedo.

Leo: No mames, ¿neta?

Edna: Pues sí güey.

Leo: ¿Y eso?

Edna: ¿Cómo que y eso pendejo?

Leo: Pues sí, ¿por qué no lo abortas?

Edna: Pues no güey, es una vida.

Leo: Chingón. ¿Te cae que en la vida has abortado?

Edna: Pues no pendejo, en la vida. Además ya vas a ser tío, ¿qué no te da gusto? 

Leo: (Irónicamente) Sí, un chingo.

Edna: Pues ya estás cabrón. Dile a mi jefa cuando la veas, porque yo no le voy a decir ni madre.

Leo: Órale.



Escena 3
En el aeropuerto. Regresa Patricio, novio de Leo de un viaje de negocios. Se observa absolutamente demacrado, delgado, un guiñapo.

Leo: (Con la voz absolutamente quebrada) ¡Mi amor! ¡Qué te hiciste!

Patricio: Nada Leo, te extrañé un chingo. Estoy súper cansado.

Leo: Ok. Vámonos a la casa.



Escena 4
En un auto, Leo conduce y Patricio duerme profundamente en el asiento del copiloto. En cada parada, semáforo, tope, cruce, Leo mira con gran tristeza a Patricio. Así continúa el trayecto hasta llegar a casa.


Escena 5
Una sala cualquiera, las maletas tiradas por ahí. Leo y Patricio en un sillón cualquiera. Patricio apenas puede permanecer despierto. Leo no puede contener más el llanto.

Leo: Volviste a la coca.

Patricio: Sí mi amor.

Leo: ¿Por qué?

Patricio: Por pendejo.
Leo: No digas eso.

Patricio: ¿Por qué no?

Leo: Porque no es cierto.

Patricio: Ok.



Escena 6
En un café cualquiera, sentados en una mesa cualquiera, platican los hermanos.

Edna: Y ahora a ti qué te pasa.

Leo: (Triste) Estoy de la chingada.

Edna: ¿Tu vieja de seguro?

Leo: (Profundamente triste) Soy gay.

Edna: Bueno, tu güey entonces.

Leo: Sí, mi güey.

Edna: ¿Qué te hizo?

Leo: (Sonríe irónicamente) Se mete coca.

Edna: Chingón.

Leo: Se fue de viaje hace poco y quién sabe que carajos habrá hecho estando drogado.

Edna: Por lo menos no se puede embarazar.

Leo: (Rompe en llanto) Pues sí.



Escena 7
En una sala cualquiera. Platican Patricio y Leo algunos, varios días después.

Patricio: Para saber lo que hacía grabé lo que pude con mi teléfono. Estaba viendo el video y me encontré esto.

Leo: (Toma el teléfono y le da play) ¡No mames que te topaste con mi hermana!

Patricio: (Le quita el teléfono) (En tono impasible) Me la cogí.

Leo: (Tratando de contener el llanto) Chingón.
Escena 8
Tocan la puerta de la casa de Patricio y Leo. Patricio abre y es Edna, pero no lo reconoce.

Edna: ¿Está Leo?

Patricio: Ajá, pasa, está en la cocina.

Patricio se sale a la calle.

Edna camina hacia la cocina para encontrar a su hermano. Llega a la cocina.

Edna: (Impasible) Tengo sida.

Leo: (Pierde la mirada y sonríe irónicamente) Empecé con la coca.
























No hay comentarios:

Publicar un comentario